viernes, 26 de diciembre de 2014

Platón: El Mito de la Caverna



Las tres partes que conforman ElMito de la Caverna:

1- Descripción de la situación de los prisioneros en la caverna.

2- Descripción del proceso de liberación de uno de ellos y de su acceso al mundo superior o verdadero.

3- Breve interpretación del mito.


El Mito de la Caverna

1- Descripción de la situación de los prisioneros en la caverna.
--Ahora, continué, imagínate nuestra naturaleza, por lo que se refiere a la ciencia, y a la ignorancia, mediante la siguiente escena. Imagina unos hombres en una habitación subterránea en forma de caverna con una gran abertura del lado de la luz. Se encuentran en ella desde su niñez, sujetos por cadenas que les inmovilizan las piernas y el cuello, de tal manera que no pueden ni cambiar de sitio ni volver la cabeza, y no ven más que lo que está delante de ellos. La luz les viene de un fuego encendido a una cierta distancia detrás de ellos sobre una eminencia del terreno. Entre ese fuego y los prisioneros, hay un camino elevado, a lo largo del cual debes imaginar un pequeño muro semejante a las barreras que los ilusionistas levantan entre ellos y los espectadores y por encima de las cuales muestran sus prodigios.
--Ya lo veo, dijo.
--Piensa ahora que a lo largo de este muro unos hombres llevan objetos de todas clases, figuras de hombres y de animales de madera o de piedra, v de mil formas distintas, de manera que aparecen por encima del muro. Y naturalmente entre los hombres que pasan, unos hablan y otros no dicen nada.
--Es esta una extraña escena y unos extraños prisioneros, dijo.
--Se parecen a nosotros, respondí. Y ante todo, ¿crees que en esta situación verán otra cosa de sí mismos y de los que están a su lado que unas sombras proyectadas por la luz del fuego sobre el fondo de la caverna que está frente a ellos.
--No, puesto que se ven forzados a mantener toda su vida la cabeza inmóvil.
--¿Y no ocurre lo mismo con los objetos que pasan por detrás de ellos?
--Sin duda.
--Y si estos hombres pudiesen conversar entre sí, ¿no crees que creerían nombrar a las cosas en sí nombrando las sombras que ven pasar?
--Necesariamente.
--Y si hubiese un eco que devolviese los sonidos desde el fondo de la prisión, cada vez que hablase uno de los que pasan, ¿no creerían que oyen hablar a la sombra misma que pasa ante sus ojos?
--Sí, por Zeus, exclamó.
--En resumen, ¿estos prisioneros no atribuirán realidad más que a estas sombras?
--Es inevitable.
2- Descripción del proceso de liberación de uno de ellos y de su acceso al mundo superior o verdadero.
--Supongamos ahora que se les libre de sus cadenas y se les cure de su error; mira lo que resultaría naturalmente de la nueva situación en que vamos a colocarlos. Liberamos a uno de estos prisioneros. Le obligamos a levantarse, a volver la cabeza, a andar y a mirar hacia el lado de la luz: no podrá hacer nada de esto sin sufrir, y el deslumbramiento le impedirá distinguir los objetos cuyas sombras antes veía. Te pregunto qué podrá responder si alguien le dice que hasta entonces sólo había contemplado sombras vanas, pero que ahora, más
cerca de la realidad y vuelto hacia objetos más reales, ve con más perfección; y si por último, mostrándole cada objeto a medida que pasa, se le obligase a fuerza de preguntas a decir qué es, ¿no crees que se encontrará en un apuro, y que le parecerá más verdadero lo que veía antes que lo que ahora le muestran?
--Sin duda, dijo.
--Y si se le obliga a mirar la misma luz, ¿no se le dañarían los ojos? ¿No apartará su mirada de ella para dirigirla a esas sombras que mira sin esfuerzo? ¿No creerá que estas sombras son realmente más visibles que los objetos que le enseñan?
--Seguramente.
--Y si ahora lo arrancamos de su caverna a viva fuerza y lo llevamos por el sendero áspero
y escarpado hasta la claridad del sol, ¿esta violencia no provocará sus quejas y su cólera? Y cuando esté ya a pleno sol, deslumbrado por su resplandor, ¿podrá ver alguno de los objetos que llamamos verdaderos?
--No podrá, al menos los primeros instantes.
--Sus ojos deberán acostumbrarse poco a poco a esta región superior. Lo que más fácilmente verá al principio serán las sombras, después las imágenes de los hombres y de los demás objetos reflejadas en las aguas, y por último los objetos mismos. De ahí dirigirá sus miradas al cielo, y soportará más fácilmente la vista del cielo durante la noche, cuando contemple la luna y las estrellas, que durante el día el sol y su resplandor.
--Así lo creo.
--Y creo que al fin podrá no sólo ver al sol reflejado en las aguas o en cualquier otra parte,sino contemplarlo a él mismo en su verdadero asiento.
--Indudablemente.
--Después de esto, poniéndose a pensar, llegará a la conclusión de que el sol produce las estaciones y los años, lo gobierna todo en el mundo visible y es en cierto modo la causa de lo que ellos veían en la caverna.
--Es evidente que llegará a esta conclusión siguiendo estos pasos.
--Y al acordarse entonces de su primera habitación y de sus conocimientos allí y de sus compañeros de cautiverio, ¿no se sentirá feliz por su cambio y no compadecerá a los otros?
Ciertamente.
--Y si en su vida anterior hubiese habido honores, alabanzas, recompensas públicas establecidas entre ellos para aquel que observase mejor las sombras a su paso, que recordase mejor en qué orden acostumbran a precederse, a seguirse o a aparecer juntas y que por ello fuese el más hábil en pronosticar su aparición, ¿crees que el hombre de que hablamos sentiría nostalgia de estas distinciones, y envidiaría a los más señalados por sus honores o autoridad entre sus compañeros de cautiverio? ¿.No crees más bien que será como el héroe de Homero y preferirá mil veces no ser más «que un mozo de labranza al servicio de un pobre campesino» y sufrir todos los males posibles antes que volver a su primera ilusión y vivir como vivía?
--No dudo que estaría dispuesto a sufrirlo todo antes que vivir como anteriormente.
--Imagina ahora que este hombre vuelva a la caverna y se siente en su antiguo lugar. ¿No se le quedarían los ojos como cegados por este paso súbito a la obscuridad?
--Sí, no hay duda.
--Y si, mientras su vista aún está confusa, antes de que sus ojos se hayan acomodado de nuevo a la obscuridad, tuviese que dar su opinión sobre estas sombras y discutir sobre ellas con sus compañeros que no han abandonado el cautiverio, ¿no les daría que reír? ¿No dirán que por haber subido al exterior ha perdido la vista, y no vale la pena intentar la ascensión? Y si alguien intentase desatarlos y llevarlos allí, ¿no lo matarían, si pudiesen cogerlo y matarlo?
--Es muy probable.
3- Breve interpretación del mito.
--Ésta es precisamente, mi querido Glaucón, la imagen de nuestra condición. La caverna subterránea es el mundo visible. El fuego que la ilumina, es la luz del sol. Este prisionero que sube a la región superior y contempla sus maravillas, es el alma que se eleva al mundo inteligible. Esto es lo que yo pienso, ya que quieres conocerlo; sólo Dios sabe si es verdad. En todo caso, yo creo que en los últimos límites del mundo inteligible está la idea del bien, que percibimos con dificultad, pero que no podemos contemplar sin concluir que ella es la causa de todo lo bello y bueno que existe. Que en el mundo visible es ella la que produce la luz y el astro de la que procede. Que en el mundo inteligible es ella también la que produce la verdad y la inteligencia. Y por último que es necesario mantener los ojos fijos en esta idea para conducirse con sabiduría, tanto en la vida privada como en la pública. Yo también lo veo de esta manera, dijo, hasta el punto de que puedo seguirte. [. . .]
--Por tanto, si todo esto es verdadero, dije yo, hemos de llegar a la conclusión de que la ciencia no se aprende del modo que algunos pretenden. Afirman que pueden hacerla entrar en el alma en donde no está, casi lo mismo que si diesen la vista a unos ojos ciegos.
--Así dicen, en efecto, dijo Glaucón.
--Ahora bien, lo que hemos dicho supone al contrario que toda alma posee la facultad de aprender, un órgano de la ciencia; y que, como unos ojos que no pudiesen volverse hacia la luz si no girase también el cuerpo entero, el órgano de la inteligencia debe volverse con el alma entera desde la visión de lo que nace hasta la contemplación de lo que es y lo que hay más luminoso en el ser; y a esto hemos llamado el bien, ¿no es así?
--Sí.
--Todo el arte, continué, consiste pues en buscar la manera más fácil y eficaz con que el alma pueda realizar la conversión que debe hacer. No se trata de darle la facultad de ver, ya la tiene. Pero su órgano no está dirigido en la buena dirección, no mira hacia donde debiera: esto es lo que se debe corregir.--Así parece, dijo Glaucón.


Contextualizando

El Mito de la Caverna de la obra de Platón, La Republica, es una alegoría que nos narra  sobre lateoría del conocimiento. En el escrito se prefigura también los ámbitos referentes a la ontología, antropología, política, ética y religión.

Este mito planteado en libro VII de la Republica de Platón  abre  los ojos de nuestro ser filosófico para tomar conciencia de nuestra naturaleza humana, refiriéndose a su educación y de su falta de educación.

Nos orienta a salir del mundo que solo se percibe por los sentidos, que da la imagen esclavizante y sin conocimientos nuevos. Solamente mediante la filosofía podemos desatarnos de la cadena y salir de la caverna, para conseguir conocer el mundo verdadero, el mundo de las Ideas.

En nuestra época actual muchas cosas siguen cubriendo nuestra vida para ver la verdad a la luz del sol, a la luz de la auténtica filosofía, que nos libere del cautiverio de la falta de pensamiento, de creatividad, de impulso hacía lo nuevo.  En el mundo presente vemos que nuestra circunstancia se nos presenta con una visión conformista, superficial, light. Ante esto necesitamos beber de la fuente de la sabiduría eterna de la  filosofía que nos liberte de la cadena y nos haga pasar a tener una visión más renovadora de nuestro mundo actual.


No hay más esclavizante, encadenadora   y cavernalizante que ofrecen  los avatares de las innovaciones de las ciencias, de las informáticas. Pues antes las personas podían compartir momentos de esparcimientos muto,  en donde se llevaban relaciones interpersonales, de comunicaciones, de convivencia, de confraternizaciones, hoy vivimos en el mundo de los sentidos, que nos produce para no tener una teoría del conocimiento de  un hombre integral, comprometido hacía su sociedad para hacer conocer el sumo bien y de manera especial el mundo de las ideas, hacer elevar el alma hacía al mundo inteligible. Porque el órgano de la inteligencia debe volverse con el alma entera desde la visión de lo que nace hasta la contemplación de lo que es y lo que hay más luminoso en el ser.


martes, 16 de diciembre de 2014

Sócrates: La Mayéutica

Estatua de Sócrates ante la Academia de Atenas
Sócrates por su sinceridad y sencillez no acepto que su filosofía fuera vinculado dentro de una doctrina específica. Llega a la conclusión de que la mente humana no puede afirmar de forma definitiva ninguna verdad absoluta, sobre todo si en el centro de la búsqueda no se sitúa la naturaleza, sino el hombre.

Por eso, es evidente desde la postura de Sócrates que la primera condición de cualquier reflexión en torno a temas de ética, política y psicología, debe ser una profesión de ignorancia, es en palabra de él   reconocer que lo único que se sabe es que no se sabe nada.

Reconoce Sócrates diciendo con relación el no saber nada que eso que desde hace años me reprochan, esto es, que interrogo a los otros pero no respondo nunca porque no tengo ningún pensamiento sabio que exponer, es un reproche justo. Eso lo expresaba para demostrar que solo el que sabe que no sabe nada se plantea una actitud de búsqueda; por el contrario, quien cree que ya está en posesión de la verdad no hará nada para buscarla.

Podemos entender con el no saber socrático que  sirve como un aliciente para investigar, de profundizar sobre el deseo de llegar más acertadamente acerca de la verdad, y a no quedarse en el etéreo, superficial del campo del conocimiento. Invita a hipotecarse al hombre en busca de la verdad constante a través de investigaciones perenne.

Es de destacar, que Sócrates no entendió la filosofía como una doctrina ya terminada, concluida, elaborada,  sino más bien la entendió como diálogo interpersonal. Consideró con el ejemplo  del trabajo que realizaba su madre, partera, para idear su método  la mayéutica. Era el arte de ayudar a dar a luz, pues el filósofo es obstetra de almas, a pesar de que él mismo es estéril, como una comadrona conduce al interlocutor a dar a luz la propia verdad.

La labor filosófica de Sócrates fue la de hacer consciente a los hombres de su no-saber, como preámbulo para llegar mediante el diálogo mayéutica a la propia construcción del conocimiento verdadero. No se trataba de una ignorancia fingida, sino de la actitud abierta del que siempre quiere aprender algo nuevo a partir del no saber y no de la autosuficiencia del que cree saber cuando en realidad no sabe.

Las fases de la mayéutica

A pesar de que Sócrates nunca sistematizó la mayéutica, se puede plantear las siguientes:

1. Se hace preguntas del siguiente tipo: "¿qué es la virtud?", "¿qué es la ciencia?", "¿en qué consiste la belleza?"

2. El interlocutor da una respuesta, inmediatamente discutida o rebatida por el maestro.

3. Se sigue una discusión sobre el tema que sume al interlocutor en confusión.

4. Con la confusión, el método mayéutica lleva progresivamente a definiciones cada vez más generales y precisas acerca de lo investigado.

5. La discusión concluye cuando el alumno, con la ayuda del maestro, consigue alcanzar el conocimiento preciso, universal  de la realidad que se investiga, o quedarse en epojées decir puede que la discusión quede abierta e inconclusa.


Por tanto, podemos decir que la mayéutica es el método educativo por excelencia, pues funciona haciendo preguntas al alumno para que éste llegue por sí mismo a las conclusiones, al conocimiento, a opinar, es decir a parir la verdad. Porque es categórico expresar que lo razonado se aprende mejor que lo memorizado, en la que muchas escuelas se quedan por no implementar el método de la mayéutica.

domingo, 14 de diciembre de 2014

El Cinismo

Diógenes 
El cinismo fue la escuela en que militaban los discípulos de Sócrates, en el siglo IV a.C., la denominación con ese nombre se debe al estilo de vivir  de ellos, quienes repudiaban las riquezas y los bienes materiales. Ponen de postulados  la sabiduría y la libertad del espíritu para llegar a la auténtica felicidad, suplantando totalmente las riquezas materiales.

Afirman los cínicos, que el hombre debe  vivir en armonía con la naturaleza, que toda ciencia y arte son inútiles; que el filósofo debe acomodarse a las leyes de la naturaleza y no a las de los hombres, con estos demuestran una entera libertad desatándose de imposiciones de leyes. Una  libertad que se refiere a la  de acción y  de expresión.

Los deberes de un cínico son: ser insultado y golpeado y amar a los que les insultan y maltratan; considerarse como padre y hermano de los demás hombres; llevar con paciencia los males en la adversidad, como prueba enviada por los dioses. 

Los cínicos practicaban el cosmopolitismo, tiene la libertad de no pertenecer a ningún país, ni obligado por las leyes, porque son regionales y lo que vale en un sitio no vale en otros. Se consideraban ciudadanos del mundo. En cualquier sitio se encontraban en su casa.

Por tanto, el cinismo es un estilo de vida, una forma de expresar y de pensar. Es una filosofía que pretende alcanzar la felicidad mediante la sabiduría y la ascesis, es decir la práctica continua del ejercicio mental y físico, para conseguir un estado de ánimo apropiado y así alcanzar la autosuficiencia,  para permanecer inalterables ante el hambre, el frío o la pobreza.

Sobre el cinismo no hay libros escritos, pero se lo conoce  a través de anécdotas, dichos, que se encuentran en los escritos por uno de los seguidores del cinismo, Diógenes, que lo desarrollo en su libro:VIDAS DE LOS FILÓSOFOS MÁS ILUSTRES .

Con estas aportaciones de los pareceres de la escuela cínica podemos decir que sirven como una contribución al pueblo, de rescatar los valores inculcados, de tal forma para ir trabajando por la democracia, mediante nuestro derecho de expresar y pensar. El pueblo debe salir de la letargia de la opresión de los gobiernos que: manipulan los derechos de  sus ciudadanos, imponen leyes, decretos, sanciones que van en contra de la clase pobre.

En esta circunstancia actual es necesario más que nunca practicar la ascesis, para continuar con un buen ánimo y lograr la autosuficiencia, de esa forma  vencer las dominaciones que nos llevan a sufrir de: hambre, miseria, falta de educación, falta de salud,  falta de cumplimientos de leyes, etc.

Anécdotas famosas del Cinismo:  Antístenes - Diógenes de Sinope

Antístenes
Û     Para el sabio ninguna cosa le es extraña o imposible.

Û     Es más útil pelear con pocos buenos contra muchos malos, que con muchos malos contra pocos buenos.


Û     Hay que prestar atención a nuestros enemigos, porque son los primeros en descubrir nuestras debilidades.

Û     Cuando fue puesto a la venta como esclavo, le preguntaron qué era lo que sabía hacer, contestó "mandar, mira a ver si alguien quiere comprar un amo".

Û     Cuando le invitaron a la lujosa mansión le advirtieron de no escupir en el suelo, acto seguido le escupió al dueño, diciendo que no había encontrado otro sitio más sucio.

Û     Cuenta una anécdota que Alejandro Magno dijo en cierta ocasión, que de no haber sido Alejandro, le hubiera gustado ser Diógenes.

Û     Argumentaba así: todo es de los dioses, los sabios son amigos de los dioses, los bienes de los amigos son comunes, por tanto todo le pertenece al sabio.

Û     Una vez, que estaba tomando el sol, se paró frente a él Alejandro y le dijo: pídeme lo que quieras. Diógenes contestó: no me quites el sol.


viernes, 12 de diciembre de 2014

Filosofía

¿Qué es la Filosofía?

El filósofo chileno-español Domingo Araya nos define la filosofía como sigue:

La filosofía es un acto amoroso, como su nombre lo indica. Es el deseo humano de lo que no se tiene y no se tendrá jamás: la infinita perfección. El filósofo quiere saberlo todo, algo imposible dada su finitud. Esta carencia, sin embargo, explica que la filosofía, el amor al saber, sea infinito.

Todo hombre, especialmente en la adolescencia, se pregunta por el sentido de la vida y de la muerte y busca desesperadamente una respuesta que justifique su existencia. Eso es la filosofía.

Viene a ser la filosofía  producto y expresión de la libertad. Nace cuando la sociedad permite la libertad de pensamiento y de expresión del mismo. No habrá filosofía si no hay fomento de la libertad individual y social. Filosofía y emancipación son sinónimos. La libertad sin la igualdad no puede darse cabalmente, por lo que sólo en un sistema democrático podrá desplegarse la filosofía.

Por tanto, la filosofía debe ser para el hombre la luciérnaga más luminosa que clarea su forma  de mirar sobre su realidad social. Podemos considerar que la filosofía está obligada a construir la verdad, no como algo ya dado y terminado, sino como un proceso creativo.

Así,  expresa  Araya que la filosofía es lo contrario de una camisa de fuerza, de algo oscuro y difícil, de una jerga hermética y esotérica. Más que un trabajo de esclavos es un juego de artistas. Es una actividad creativa y lúdica, divertida, un producto de la inteligencia e imaginación creadoras.